Ayer 31 de mayo, fiesta litúrgica de la Visitación de la Virgen, terminada la etapa del postulantado, etapa que ayuda a la joven a discernir su vocación, conocer más de cerca nuestro estilo de vida y apostolado a la vez que permite a la Congregación valorar las motivaciones de la vocación y las aptitudes de la joven.
En una celebración litúrgica privada, con el lema “Hágase en mi Señor”, la joven Joana Mumbandja Tchiaqui Macuva, ha sido admitida a la etapa del noviciado. Etapa fundamental del proceso de formación en la que se vive y experimenta con toda radicalidad el carisma de la Congregación. En el noviciado la joven interioriza y profundiza su vida de fe, su convivencia comunitaria y la misión apostólica de la Congregación, y va conformando su vida en profundidad con las exigencias de Jesucristo dentro del carisma de la Congregación.
“El fin de la Congregación es dar gloria a Dios, mediante la práctica de la caridad hasta el heroísmo, si fuere necesario, al servir a Cristo en los enfermos y mediante la disponibilidad para ejercer esta caridad heroica en los necesitados que se nos hacen presentes. Así seguimos el ejemplo de Cristo que pasó haciendo el bien y dio la vida por todos”
Constitución nº2 Hermanas Franciscanas Misioneras de la Natividad de Nuestra Señora (Darderas)
El carisma que nos caracteriza está recogido en el nº 2 de nuestras constituciones: “El fin de la Congregación es dar gloria a Dios, mediante la práctica de la caridad hasta el heroísmo, si fuere necesario, al servir a Cristo en los enfermos y mediante la disponibilidad para ejercer esta caridad heroica en los necesitados que se nos hacen presentes. Así seguimos el ejemplo de Cristo que pasó haciendo el bien y dio la vida por todos”.

Carisma al que la joven Joana se ha sentido llamada y deseamos, que, al terminar la etapa iniciada, se sienta plenamente identificada.