El pasado fin de semana 18 al 20 de junio las jóvenes en formación tuvieron un retiro en Montserrat organizado por la responsable de la URC, hna. Ana María Díaz cm, junto con otras compañeras del internoviciado. Fueron un total de 19 participantes de 6 congregaciones diferentes: Franciscanas Misioneras de la Natividad de nuestra Señora, Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, Hospitalarias de la Santa Cruz, Siervas del Sagrado Corazón, Pureza de María, y Carmelitas Misioneras (la formadora que nos acompañaba). Dicho retiro era para despedir el curso y para encontrarse y muchas conocerse, ya que a causa de la pandemia gran parte de las clases fueron online, y además también estaba abierto a junioras, postulantes y aspirantes.
Fueron pocos días pero intensos, de convivencia enriquecedora, de compartir inquietudes, temores y deseos. Celebraron junto con los monjes benedictinos el rezo de la liturgia de las horas y la Eucaristía. Recibieron una charla del padre Ignasi Fossas sobre la “Oración con los salmos en la vida cristiana y consagrada”, en la cual destaca ese gran amor, respeto y devoción que hemos de tener a los salmos, no solo cuando nos ayudan a rezar en las distintas circunstancias de la vida, sino en la oración comunitaria de la liturgia de las horas, en las que hemos de expresar lo que ella nos hace decir: súplica, alabanza, arrepentimiento, gozo, etc. Vivir lo que pronuncian nuestros labios, ya que “…es Cristo mismo quien reza con nosotros”. Nos unimos como Iglesia, como cuerpo, a nuestra cabeza que es Jesucristo; nos hacemos uno solo junto a todos los que rezan en cualquier parte del mundo.
“Cuando hablamos con Dios en la oración, el Hijo está unido a nosotros, y cuando ruega el cuerpo del Hijo, lo hace unido a su cabeza… nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ora por nosotros, ora en nosotros, y al mismo tiempo es a él a quien dirigimos nuestra oración… Reconozcamos, pues, en él nuestras propias voces y reconozcamos también su voz en nosotros”
Sant Agustín, comentando el salmo 85
El padre comentaba que si fuéramos realmente conscientes, por un instante, de lo que esto significa, “nos desintegraríamos de gozo”, por eso dice que nuestros pensamientos y distracciones son las que no lo permiten.
El resto de la jornada hubieron momentos de oración personal, caminar, visitar a “La Moreneta”, Nuestra Señora de Montserrat, a quien nuestras jóvenes especialmente le llevaron una gran vela en nombre de la Congregación para dejar nuestras oraciones a sus pies. La noche del sábado disfrutaron de un concierto protagonizado por la Escolanía de Montserrat y la Orquesta Sinfónica del Vallès.


El domingo realizaron una visita al museo de Montserrat, guiadas por uno de los monjes. Dentro de sus actividades realizaron un “cine forum” en base a la película “En un mundo mejor” (su título original es “Venganza”), de la que luego compartieron sus impresiones y experiencias en relación a temas que trataba como la violencia, el perdón, la importancia de estar cerca y saber acompañar, realizar los duelos necesarios, hacer el bien, etc.
En otra actividad, dejaron salir su veta más artística, y en algo así como “barro”, expresaron sus deseos de lo que la vida consagrada necesita hoy; algunas de ellas fueron: la de ser luz para el mundo, donde el motor, la “batería” es Jesucristo; la confianza en la voluntad de Dios; la fraternidad, la comunión, el buen testimonio; el saber sostenerse y alimentarse de las raíces carismáticas (primero el mismo Cristo, pero luego los fundadores y tantas hermanas que han pasado y luchado por ser fieles), la jóvenes son frutos nuevos para el mundo, etc, pero por sobre todas las cosas el amor y la entrega total en las manos de Dios.
Ha sido una gracia enorme compartir estos días y reconocer corazones inquietos, con ganas de vivir plenamente para dar gloria a Dios, cada una desde su carisma, pero unidas en un mismo cuerpo que es la Iglesia, trabajando en comunión, sosteniéndonos unos a otros.
Hermanas Franciscanas Misioneras de la Natividad de Nuestra Señora (Darderas)