El domingo 28 de noviembre, iniciamos el nuevo año litúrgico con el tiempo llamado de Adviento o de preparación para el nacimiento de Cristo. Son cuatro semanas, impregnadas de gozo, de fe, de esperanza, de amor a Dios y al prójimo, que nos llevarán a la fiesta de la Encarnación del hijo de Dios, al encuentro de Jesús que nace entre nosotros. 

En las lecturas de la misa de estos cuatro domingos del ciclo “C”, nos repiten con insistencia: Estad alerta, vigilad, estad en vela, estad atentos a la Palabra de Dios, a la acción del Espíritu Santo en nosotros, a los signos de los tiempos, para colaborar con la gracia, para que se haga realidad el mundo que Dios quiere. Es tiempo de acompañar a María, ella es la protagonista de esta espera. 

 Hagamos de nuestro Adviento un tiempo de Silencio interior para comprender el maravilloso misterio de un Dios que se hace hombre

Hermanas Franciscanas Misioneras de la Natividad de Nuestra Señora (Darderas)

 Hagamos de nuestro Adviento un tiempo de Silencio interior para comprender el maravilloso misterio de un Dios que se hace hombre, esa fue la actitud de la Virgen María, que guardaba y meditaba en su corazón, lo sucedido hasta el nacimiento de su hijo Jesús en Belén.

Así tendrá sentido nuestra Navidad, para que la alegría sea sincera, salida del corazón y perdure más allá de esas fiestas navideñas.